La divulgación y la apropiación social como un camino posible

Las nuevas formas de narrar la ciencia han transformado el lugar que tenía el aprendizaje en las personas, de manera que ha transitado desde el cerebro hacia otros lugares del cuerpo como el corazón y los sentidos. Esta transformación va de la mano de la apropiación social del conocimiento, que se encarga de las relaciones existentes entre la ciencia, la sociedad y sus sistemas de pensamiento, uso y generación de conocimiento.
En ese sentido, el programa de Física y la facultad de Ciencias Básicas y Tecnologías de la Universidad del Quindío invitaron a Juliana Restrepo Cadavid, física de la Universidad de Antioquia, magíster y doctora en Conceptos fundamentales de la física y directora de contenidos y apropiación social del Parque Explora de Medellín a nuestra alma mater, a una conferencia llamada “La emoción de conocer”, que tuvo lugar hoy viernes 19 de abril en el auditorio Bernardo Ramírez Granada.
Hablamos con Juliana –que fue docente universitaria por 11 años y que lleva 6 como directora de contenidos científicos– sobre sus miedos, oportunidades, creencias y experiencias desde una mirada femenina y científica, pero sobre todo accesible e inclusiva.
¿Qué se le viene a la cabeza a Juliana cuando piensa en la palabra universo?
Pienso en la profundidad del Universo a diferentes escalas, pero también pienso en la imagen del cielo estrellado o en las del telescopio Hubble o en galaxias de muchos colores. También siento que los humanos nos hemos definido mucho en nuestra relación con el universo, como sucedió en el 1600 cuando supimos que la Tierra y el Sol no eran el centro, pero que además fue como si nos perdiéramos nosotros mismos para volvernos a encontrar de otra manera.
El miedo y la angustia también hacen parte de lo que pienso cuando pienso en universo. Mi peor miedo sería estar flotando como Sandra Bullock en Gravity, algo así como “pánico al infinito”. Y pienso, finalmente, en la belleza: esa capacidad del universo de deslumbrarnos.
¿Cómo podemos recuperar esa capacidad de sorpresa, de asombro ante el mundo?
Es fácil porque todos la tuvimos. Tal vez algunas personas lo han olvidado, y otras no, como los científicos o los artistas o los poetas, porque todo el tiempo están observando cosas para entenderlas: los tres están en un mismo bosque observando, y el poeta puede ver una luz muy bonita y convertirla en metáfora, mientras los otros dos la interpretan de manera diferente y asombrosa.
Sin embargo, la pregunta es por qué nos olvidamos de esa capacidad de asombro, y sospecho que es porque ya no tenemos momentos en los que no hagamos nada. Pero casi nunca estamos tranquilos haciendo nada porque pensamos que no hacer nada está mal, es poco productivo, o va en contra de la velocidad que nos exige el mundo, y resulta que la creatividad necesita del ocio. No hacer nada es estar y fijar los sentidos en el mundo que siempre ha estado ahí.
Si la creatividad es el bombillo, la educación es el cableado que hay detrás que permite que se prenda el bombillo, entonces cuando estás en ocio, piensas pendejamente que estás apagado, que paraste, pero cuando estás haciendo nada, el cerebro está haciendo nuevas conexiones. Deberíamos tener más momentos de no hacer nada, incluso desde chiquitos.
Y la educación de casa o de escuela influye mucho cuando les decimos a los chiquis “tú no pintas bien” o “las niñas no son buenas para las matemáticas”, pero también cuando les decimos “no preguntes tanto, hacer tantas preguntas está mal” y eso les quita futuros posibles, porque realmente la educación debería estar enfocada en preguntar todo sin violentar sus deseos expansivos de ser.
¿Cómo pueden las instituciones educativas descentralizar la ciencia?
Uno piensa en descentralizar en Bogotá y Medellín vs todo el país o respecto a las zonas rurales, pero por qué no pensamos en dimensiones más chiquitas como, por ejemplo, ¿qué significa descentralizar la ciencia en un colegio?
Aquí pienso en cuáles son esos saberes que validamos porque de allí viene todo. ¿Qué historias cuentan los museos? ¿Las del norte, las del blanco occidental, o cuentan todas las historias de la ciencia? Cuál es mi criterio, entonces, cuando hago ciencia y la divulgo, es decir, qué estoy incluyendo y qué no. Se trata también de descolonizarla y de apostarle a la educación rural desde la realidad.
Un claro ejemplo es la constelación Orión, tal como la conocemos. Sin embargo, existen tres culturas indígenas que la llaman diferente. ¿Qué significa esta constelación para ellas? Es como si el cielo no fuese dado para todo el mundo o no pudiese ser visto por todos.
También debemos comprender que las personas no sólo aprenden en las escuelas o instituciones educativas. Las familias y las madres son fundamentales en ese proceso tan poderoso que es la enseñanza.
En esa relación juego-ciencia, ¿aprender como niños y niñas es a lo que debemos volver?
Creo que los que estudiamos ciencia o nos gusta divulgarla tenemos mucho en común, sobre todo ese deseo por entender el mundo, una inquietud extraña que mueve todo el interior. ¿Cómo despertar ese placer que da conocer algo nuevo, como cuando éramos niños? Puede ser a través del juego, claro, pero también a través de las emociones.
Abrir los ojos ante el descubrimiento, decir “¡wow!” y sonreir. Puede que no exista aprendizaje en ese momento, pero se logró conectar algo del conocimiento con el placer, entonces existe la posibilidad de que más adelante esa conexión vuelva a darse, porque ya se despertó. Y luego viene entonces la conexión con la mente y las manos, que son interacciones intelectuales y motrices, que generan estímulos que favorecen, después, el aprendizaje y la investigación.
¿En qué cree Juliana Restrepo?
Estamos en un momento en el que la gente ha dejado de confiar en las instituciones. Sin embargo, las universidades y los centros de ciencia siguen siendo lugares de confianza, entonces, en plena crisis planetaria, ¿qué hacemos con esa confianza? Creo en esa confianza como fuente de poder para lograr cambios en las personas y en el mundo.
Por: Nathalia Baena Giraldo, periodista de Medios Institucionales.
Fecha de publicación 19/04/2024
Última modificación 19/04/2024