Investigadores Uniquindianos lideran proyecto de conservación de aves con participación comunitaria
El proyecto tiene como objetivo principal comprender la importancia de estas especies en sus ecosistemas. Para ello, dos investigadores uniquindianos han llevado a cabo un minucioso análisis de casi 20 especies de aves que, en su gran mayoría, se encuentran en peligro de extinción.
El Quindío alberga una increíble diversidad de aves, con más de 564 especies registradas; incluyendo más de 28 especies endémicas y casi endémicas. Sin embargo, la supervivencia de estas aves depende de estrategias de conservación que aborden tanto aspectos científicos como socioeconómicos.
Albert Ospina Duque, docente del programa de Biología de la Uniquindío, y Paola Andrea Cardona Jiménez, técnica de la Colección Ornitológica y egresada del programa de Biología, son dos investigadores comprometidos con la preservación de la biodiversidad aviar en el departamento del Quindío. Recientemente, han colaborado en investigación e Ilustración en Plan de Manejo en Aves Frugívoras Amenazadas y Endémicas, ejecutado por la Subdirección de Gestión Ambiental de la Corporación Autónoma Regional del Quindío, CRQ.
Dentro del Plan de Manejo en Aves Frugívoras Amenazadas, el trabajo de los investigadores va más allá de la simple observación de las aves; buscan también reconstruir la historia natural de estos organismos y entender su papel fundamental en el mantenimiento de los ecosistemas abordando, no solo la biología y comportamiento de las aves, sino también su interacción con el entorno.
"Siempre hablamos de conservar organismos de forma individual, pero es crucial comprender que lo que realmente debemos preservar son los ecosistemas y las interacciones que en ellos se producen", resalta la investigadora Paola Cardona.
El proyecto también busca involucrar a la comunidad a través de la ciencia participativa, una forma colaborativa de investigación en la que los ciudadanos contribuyen activamente al conocimiento científico. Son ellos quienes participan en la recopilación de datos, como avistamientos de aves o muestreos de biodiversidad.
"Generamos información preliminar, pero necesitamos el aporte de la comunidad para enriquecerla y ampliar nuestro entendimiento", explicaron los investigadores.
Esta colaboración comunitaria ha sido fundamental para Paola Cardona y Albert Ospina al momento de estudiar las interacciones de las aves con su entorno, incluyendo su dieta y comportamiento. Este trabajo de campo ha sido esencial para comprender las necesidades y desafíos que enfrentan estas especies. Esta labor no solo contribuye a la preservación de la biodiversidad, sino que también fortalece los lazos entre la comunidad y su entorno natural.
“Muchos dueños de predios se están dando cuenta de la importancia de no intervenir sus entornos naturales, pues estos se han convertido en fuente de ingresos. Contrario a eso, ahora son aliados investigativos que toman sus propios datos y reportan distintos fenómenos ecológicos a las autoridades ambientales”, asegura el docente Albert Ospina.
La ciencia participativa articula comunidades rurales, instituciones educativas, guías y operadores de turismo, administraciones locales, gestores ambientales, fundaciones y aficionados a las aves del departamento, para que puedan interpretar la información y así apropiarse del territorio garantizando el éxito de proyectos como el Plan de Manejo en Aves Frugívoras Amenazadas, en el que la alma mater se conecta con la responsabilidad ambiental de la región.
Fecha de publicación 04/03/2024
Última modificación 04/03/2024