Programa de Trabajo Social uniquindiano, pionero en gestión social del riesgo en Colombia
Luego del movimiento telúrico del 99 que padeció principalmente el Departamento, la Universidad del Quindío, mediante el Programa de Trabajo Social, inició la preparación y el desarrollo de acciones para contribuir, a través de la academia y la proyección social, en la mitigación y reducción del riesgo ocasionado por este tipo de desastres en nuestro territorio.
En ese sentido y abarcando la dimensión académica como primera medida, el programa uniquindiano incorporó el espacio académico de Gestión Social del Riesgo, como un requerimiento importante para la formación de nuevos profesionales en Trabajo Social, con un sentido del territorio, de las amenazas y las vulnerabilidades latentes, por medio del desarrollo de prácticas humanas al interior de las comunidades.
La docente Sandra Milena Varón Velásquez, quien hace parte del pregrado de Trabajo Social desde hace 14 años, manifestó que “este elemento es muy importante porque ya el profesional en Trabajo Social se ubica en ese ámbito y, a partir de allí, puede generar acciones y estrategias para contribuir a la reducción del riesgo de desastres, la construcción de territorios más seguros y el mejoramiento de las condiciones de vida de una población”.
Según ella, posterior a la apertura de dicha asignatura, se inician múltiples proyectos de macroinvestigación de gestión social del riesgo y se articulan las prácticas académicas y los procesos de aula, en un ejercicio donde los estudiantes pueden vivir la experiencia como sujetos del territorio, reduciendo el riesgo y, a la vez, pueden multiplicarlo a partir de prácticas desde el ámbito familiar y social.
Asimismo, se comienzan a implementar, desde entonces, acciones al interior de la Universidad como simulacros pedagógicos y eventos académicos como foros y demás, en busca de fortalecer el conocimiento y la comunicación del riesgo, hacia una apropiación del conocimiento en riesgo sísmico y demás amenazas que se ciernen en territorio quindiano, con énfasis en la parte sísmica, de la cual emergen múltiples vulnerabilidades más.
En segunda instancia, abordando la dimensión social, específicamente desde la proyección social, para la educadora los estudiantes han participado en innumerables ocasiones en ejercicios comunitarios e institucionales, de forma solidaria y remunerada, articulándose con los organismos de socorro para generar ejercicios de respuesta, así como para el análisis y la planificación territorial, análisis de escenarios de riesgo, caracterización de población, simulacros didácticos y pedagógicos, ejercicios de educación comunitaria y popular, con diferentes tipos de población, quindiana principalmente, en zonas conocidas como de alto riesgo, en sinergia con la Unidad Municipal y Departamental de Gestión del Riesgo, con quienes se ha venido desarrollando este tipo de acciones para la reducción social del riesgo de desastres.
De acuerdo con Varón Velásquez, “la Universidad y el programa académico generan un impacto a nivel social en las comunidades de los diferentes municipios que pueden presentar alguna señal de alerta debido a su ubicación, brindando apoyo en la construcción de los planes de ordenamiento territorial y los planes municipales de gestión del riesgo”.
Producto de esa labor ejemplar que viene realizando la comunidad académica del Programa de Trabajo Social luego del suceso del 99, se le acredita como pionero en todo lo concerniente a la gestión social del riesgo de desastres en Colombia. Orgullosos del reconocimiento que ostentan, continúan formando a sus estudiantes integralmente, con un enfoque académico, investigativo y social.
Posterior al sismo, la docente cuenta que el programa ha fortalecido considerablemente el tema ambiental y de seguridad alimentaria, permitiendo que sus estudiantes incursionen laboralmente en las autoridades ambientales y organizaciones particulares, encontrando, para el caso de la gestión social del riesgo, estudiantes voluntarios en organizaciones de socorro como la Cruz Roja y la Defensa Civil, incluso, hoy por hoy, muchos de ellos y algunos egresados fungen como funcionarios en oficinas de estas entidades.
Como colofón, la educadora expresó que, “para el quehacer del Trabajador Social, es muy interesante compartir con equipos de trabajo que pareciera no tener ninguna afinidad con nuestra labor, pues hay quienes perciben que, únicamente, la ingeniería tiene que ver con la gestión del riesgo, cuando nos damos cuenta de que, inminentemente, es un proceso social que involucra a quienes habitamos el territorio, lo administramos, lo intercambiamos, lo explotamos. Por tanto, nuestra práctica humana es fundamental, no solo para construir escenarios de riesgo, sino para generar procesos de reducción social del riesgo, algo a lo que siempre se le apunta”.
Por: Jhonathan Agudelo Henao - Periodista OFAC
Fecha de publicación 04/02/2022
Última modificación 04/02/2022