Ilustración científica para la apropiación social del conocimiento
Hacer un dibujo que sustituya la descripción teórica es uno de los objetivos de la ilustración científica. Por ello, plasmar gráficamente la naturaleza ha permitido la apropiación del conocimiento que se tiene sobre la fauna y la flora y traducirlo para todos. La ilustración es una técnica que permite de forma sencilla, hacer transferencia del conocimiento.
En la Universidad del Quindío, Albert Ospina Duque, docente del programa de Biología y coordinador de la Colección Ornitológica de la Universidad del Quindío, COUQ, adscrita a la facultad de Ciencias Básicas y Tecnologías, orienta un espacio académico en ilustración científica para la difusión de la biología. Por su parte, Paola Andrea Cardona Jiménez, técnico de la COUQ, ha ilustrado trabajos importantes sobre aves en el Quindío.
Recientemente Ospina Duque y Cardona Jiménez publicaron el Plan de manejo aves frugívoras amenazadas y endémicas presentes en el departamento del Quindío, un documento que se trabajó para la Corporación Autónoma Regional del Quindío, CRQ. Hablamos con ellos sobre su experiencia y la importancia de la ilustración en escenarios de difusión del conocimiento.
¿Qué debe tener en cuenta un ilustrador?
Ospina Duque: Un ilustrador es un buen observador. La ilustración requiere del ejercicio de observar el detalle, detener la imagen para que el dibujo sea lo más cercano a la realidad. Ahí es donde hay un mayor ejercicio para retener la información y documentar realmente lo que hay en un entorno. Hay un proceso de apropiación certero.
¿Qué diferencia al ilustrador del fotógrafo?
Ospina Duque: La ilustración implica un estudio previo, hay un ejercicio de apropiación más fuerte que en la fotografía. Esta última se volvió, en algunos casos, sólo un recurso que alimenta el ego de las personas. De hecho, podemos preguntar cuántos fotógrafos de naturaleza o aficionados fotógrafos de aves saben cuántas fotos tienen, cuáles especies y cuál es su favorita y son muy pocos.
Creo que la tecnología nos ha llevado a perdernos realmente qué es lo que hay detrás de la vida silvestre. Por ejemplo, son muy frecuentes las fotos tomadas en cebaderos y en lugares donde incluso miden la entrada de luz. La ilustración nos permite meternos en otra cosa, nos alejamos de ese fondo blanco y a veces hablamos más del contexto en el que habita cada organismo.
Cardona Jiménez: Con esto por supuesto que no se quiere decir que la fotografía esté mal. En ese sentido, considero también que la cámara es importante para el ilustrador porque puede documentar y evidenciar todo lo que hay alrededor de un organismo.
¿Cómo ha sido su proceso como ilustradora?
Cardona Jiménez: A mí me tomó tiempo. A veces me cuesta un montón. Puedo durar hasta tres días pensando cómo le voy a poner la cabeza, qué voy a hacer para una especie en particular —porque la idea es que sean composiciones nuevas para no replicar una foto–.
En la ilustración es necesario ser rigurosos, uno parte de fotografías y de la descripción del animal. Las aves tienen una descripción muy precisa con los colores –elementos que permiten su identificación–. Es por ello que además de su de su silueta y su canto, la paleta de colores con la cual fue el organismo identificado por el autor es muy importante. Se debe ser fiel a eso. Los colores incluso tienen que ver con el nombre del ave.
Hablemos sobre el proyecto para la Corporación Autónoma Regional del Quindío.
Cardona Jiménez: La ilustración es un instrumento y una herramienta para llevar el mensaje de la conservación, yo creo que la Ilustración puede tener mejor potencial. Para la CRQ buscamos ahondar en las aves que se alimentan de frutos en el Quindío. Fue un ejercicio que permitió mostrar detalles de las especies y contar la historia natural de los organismos dentro de los ecosistemas. Sacamos 20 especies y reconstruimos todo lo que se conoce y se encuentra en la literatura sobre cada ave.
¿Permite la ilustración científica la apropiación social del conocimiento?
Ospina Duque: La ilustración es una forma sencilla de hacer transferencia del conocimiento. Por ejemplo, a los niños les gusta pintar y si está el estímulo adecuado, el ejercicio de observación y detalle es mucho más enriquecedor que en la fotografía. En la experiencia del proyecto Aves de mi vereda del programa Ondas, pudimos evidenciar eso. La ilustración motiva.
Fecha de publicación 04/03/2024
Última modificación 04/03/2024