Genosensores que precisan el tratamiento adecuado en pacientes con depresión y epilepsia
La transferencia de conocimiento entre la academia y las empresas públicas y privadas es una de las más grandes fuerzas que podemos tener en la actualidad. La Universidad del Quindío, día a día, fomenta ese pacto invisible que busca beneficiar a la sociedad en sus múltiples aristas y, aún más, en un aspecto tan importante –y vital– a nivel mundial como lo es la salud mental.
Es por eso que, cuatro docentes investigadores de nuestra alma mater, participaron en el programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo, CYTED, siendo seleccionados en 2021 con la red de investigación GEnoPsySEn, conformada por Argentina, Brasil, Colombia, México, España, El Salvador, Uruguay, Paraguay y Portugal.
Integrantes de la red de investigación GEnoPsySEn.
Cristian Camilo Villa Zabala, docente investigador y director del Doctorado en Ciencias de la Universidad del Quindío, contó que para un médico es relativamente fácil determinar el diagnóstico de un paciente, sin embargo, muchos de los pacientes son resistentes a cierto tipo de medicamentos que se utilizan para tratar la depresión y la epilepsia, entonces se pierde mucho tiempo ensayando medicamentos.
El proyecto, que lleva el nombre de “Desarrollo de genosensores para dianas farmacogenómicas en el sistema nervioso central”, pretende mejorar la medicina personalizada mediante la aplicación de terapias individualizadas a cada paciente, a través de genosensores precisos que, de manera rápida y en el lugar de la consulta, puedan ser utilizados por los médicos para la prescripción de tratamientos adecuados.
Lo que se pretende es, entonces, “que el paciente con depresión o epilepsia llegue al médico y él, con algún sensor, de una vez determine qué tipo de enfermedad tiene y qué resistencia tiene a los medicamentos, esto con el fin de identificar el tratamiento correcto y efectivo para el paciente”, explicó Villa Zabala.
A los uniquindianos –que pertenecen al Grupo de investigación en fisicoquímica ambiental y computacional GIFAC– les correspondió desarrollar la parte básica del sensor que son unas nanopartículas para que se haga la sensibilización del gen que es el que dice si es o no fármacoresistente.
La red la conforman profesionales en desarrollo de sensores, químicos, médicos, psiquiatras y neurólogos. “La idea es que, al trabajar mancomunadamente, al final del proyecto hayamos desarrollado dispositivos desechables, económicos y de fácil uso, basados en genosensores electroquímicos, que permitan detectar polimorfismos genéticos que influyen en la respuesta a medicamentos asociados con enfermedades del sistema nervioso central (depresión, esquizofrenia, epilepsia)”, concluyó el director del Doctorado en Ciencias.
Nanopartículas de oro - Imagen: cortesía.
Fecha de publicación 31/01/2024
Última modificación 31/01/2024